PEROZO GARCÍA, Dr Juan Carlos
Venezuala - Family Doctor
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Dr Juan Carlos Perozo García is a family physician, epidemiologist, and educator from Falcón State, Venezuela. He is a full professor at the Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda, Secretary of Interinstitutional Relations of the Venezuelan Society of Family Medicine (SOVEMEFA), and a passionate advocate for the role of family medicine in social change. He is also an active member of the CIMF Rural Health Working Group.
What brought you to family medicine?
My choice of Family Medicine arose from a search for a discipline that integrates science, humanity, and social context—an inspiration rooted in the values of my parents. As a medical surgeon, I realised that treating diseases in isolation wasn’t enough. We must see the person in their full reality, as part of a family and a community. This holistic perspective was introduced to me by my cousin, Dr Lourdes Vargas, a Family Physician.
The specialty gave me the comprehensive vision I was looking for. Over time, my journey expanded to include research and teaching, guided by mentors who later became colleagues—Beatriz Granadillo, María Teresa Maiolino, and Isabel Martins. Others who have deeply inspired me include Drs Cesar Brant, Miguel Ángel Fernández, Marina Almenas, and María Cristina Da Costa.
What are the main challenges and opportunities for family medicine in Venezuela today?
We are living through a complex scenario—scarcity of resources, migration of healthcare professionals, fragmented services, and limits in health governance. But even in this environment, there are great opportunities.
We can reposition primary health care as the foundation of our health system, strengthen training with international standards, and develop networks for clinical and community research. With appropriate government support and minimum resources, family medicine can take the lead in community reorganisation, risk management, and continuity of care.
Cooperation with regional and international networks is essential to accelerate this process and improve quality and coverage.
How has the CIMF-WONCA network supported your development?
The CIMF-WONCA network has been a key part of my professional growth. It has allowed me to engage with colleagues across Iberoamérica on standards, leadership, and new ideas. It has connected my local work in Venezuela to regional and global conversations—and, just as importantly, helped me form friendships and a sense of solidarity that I carry with me every day.
Thanks to this network, I’ve been able to align institutional projects with international frameworks, and bring best practices home to Venezuela.
Could you tell us about your work today?
Today, I direct the Doctorate in Health Sciences at UNEFM and lead the Research, Development, and Innovation team at IFICS. I am a professor of rural health and an active member of the CIMF Rural Health Working Group. I also serve on the university’s Bioethics Committee and am building a new scientific journal called CientifSalud.
One of the projects closest to my heart is Una Sonrisa en Navidad (“A Smile at Christmas”), which we started eight years ago during a time of great economic hardship in Venezuela. It began as a small gesture—a musical parrandón in the parish—and grew into a community tradition of solidarity.
Every December 25, I join my wife, children, the San José Oratory youth group, and close friends to visit vulnerable communities in La Vela de Coro and surrounding areas. We bring food, toys, music, and laughter to the children. Each year, we choose a different community to visit.
The project is funded by donations from relatives, friends, and former students—many of whom are migrants now living abroad—and with the support of colleagues like Dr Marina Almenas from Puerto Rico. It is more than a campaign; it is a magical experience that reminds us that medicine can also be found in a child’s smile, a shared embrace, and the hope that binds a community together.
We see it as a way of doing medicine from the heart—transforming solidarity into health, and faith into resilience.
What message would you like to share with the global WONCA community?
Family Medicine is more than a specialty—it is a civilisational project that places the person at the centre and helps rebuild social trust. From Venezuela, I can say that excellence is possible, even in difficult conditions, when ethics, science, and community come together.
I invite the global WONCA family to continue building bridges that help turn shared dreams into reality. Let’s keep uniting societies under one vision: to be specialists in people.
Instagram: @jucape33
Watch the video
At the WONCA World Rural Health Conference in October 2024 in Cape Town, South Africa, Dr Dora Bernal presented a documentary highlighting the voices of rural family doctors across Iberoamérica. The film includes a moving segment featuring Dr Juan Carlos Perozo García and his work in Venezuela.
Médico Destacado de WONCA: Dr. Juan Carlos Perozo García (Venezuela)
El Dr. Juan Carlos Perozo García es médico familiar, epidemiólogo y educador del estado Falcón, Venezuela. Es profesor titular de la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda, secretario de relaciones interinstitucionales de la Sociedad Venezolana de Medicina Familiar (SOVEMEFA), y un defensor apasionado del papel de la medicina familiar en el cambio social. También es miembro activo del Grupo de Trabajo de Salud Rural de CIMF.
¿Qué lo llevó a la medicina familiar?
Mi elección por la Medicina Familiar nació de una búsqueda por una disciplina capaz de integrar ciencia, humanidad y contexto social, una inspiración anclada en los valores de mis padres. Como médico cirujano, entendí que tratar enfermedades de forma aislada no era suficiente. Hay que ver a la persona en su totalidad, dentro de su familia y comunidad. Esta mirada integral me la presentó mi prima, la Dra. Lourdes Vargas, también médico familiar.
La especialidad me dio esa visión integral que buscaba. Con el tiempo, mi camino se amplió hacia la investigación y la docencia, de la mano de mis profesoras —y hoy colegas— Beatriz Granadillo, María Teresa Maiolino e Isabel Martins. También me han inspirado profundamente los doctores César Brant, Miguel Ángel Fernández, Marina Almenas y María Cristina Da Costa.
¿Cuáles son los principales desafíos y oportunidades de la medicina familiar en Venezuela hoy?
Vivimos un escenario complejo: escasez de recursos, migración de profesionales, fragmentación de los servicios y limitaciones en la gobernanza sanitaria. Pero incluso en este entorno, hay grandes oportunidades.
Podemos reposicionar la atención primaria como base del sistema de salud, fortalecer la formación con estándares internacionales y crear redes de investigación clínica y comunitaria. Con el apoyo adecuado del gobierno y recursos mínimos, la medicina familiar puede liderar la reorganización comunitaria, la gestión de riesgos y la continuidad del cuidado.
La cooperación regional e internacional es clave para acelerar este proceso y mejorar la calidad y cobertura.
¿Cómo ha contribuido la red CIMF-WONCA a su desarrollo?
La red CIMF-WONCA ha sido clave en mi crecimiento profesional. Me ha permitido dialogar con colegas de Iberoamérica sobre estándares, liderazgo y nuevas ideas. Ha conectado mi labor local en Venezuela con debates regionales y globales, y lo más importante, me ha ayudado a formar amistades y una red de solidaridad que me acompaña siempre.
Gracias a esta red, he podido alinear proyectos institucionales con marcos internacionales y traer buenas prácticas a la medicina familiar venezolana.
¿Podría contarnos sobre su trabajo actual y su proyecto comunitario Una Sonrisa en Navidad?
Actualmente, dirijo el Doctorado en Ciencias de la Salud en la UNEFM y lidero el área de Investigación, Desarrollo e Innovación del IFICS. Soy profesor de salud rural y miembro activo del Grupo de Trabajo de Salud Rural de CIMF. También formo parte del Comité de Bioética de la universidad y estoy construyendo una nueva revista científica llamada CientifSalud.
Uno de los proyectos más cercanos a mi corazón es Una Sonrisa en Navidad, que comenzamos hace ocho años durante una etapa de gran dificultad económica en Venezuela. Empezó como un pequeño gesto —un parrandón parroquial— y se transformó en una tradición de solidaridad comunitaria.
Cada 25 de diciembre, junto a mi esposa, mis hijos, el Oratorio Juvenil San José y amigos cercanos, visitamos comunidades vulnerables en La Vela de Coro y zonas cercanas. Llevamos comida, juguetes, música y alegría a los niños. Cada año elegimos una comunidad distinta.
El proyecto se sostiene gracias a donaciones de familiares, amigos y exalumnos —muchos de ellos migrantes— y al apoyo de colegas como la Dra. Marina Almenas desde Puerto Rico. Es más que una campaña; es una experiencia mágica que nos recuerda que también se hace medicina en la sonrisa de un niño, en el abrazo compartido y en la esperanza que une a una comunidad.
Lo vemos como una forma de hacer medicina desde el corazón: transformar la solidaridad en salud y la fe en resiliencia.
¿Qué mensaje le gustaría compartir con la comunidad global de WONCA?
La Medicina Familiar es más que una especialidad: es un proyecto civilizatorio que pone a la persona en el centro y ayuda a reconstruir la confianza social. Desde Venezuela, afirmo que la excelencia es posible, incluso en condiciones difíciles, cuando se unen ética, ciencia y comunidad.
Invito a la familia global de WONCA a seguir construyendo puentes para hacer realidad nuestros sueños compartidos. Sigamos uniendo sociedades bajo un mismo lema: ser especialistas en personas.
Instagram: @jucape33
Ver el video
Durante la Conferencia Mundial de Salud Rural de WONCA en octubre de 2024, en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, la Dra. Dora Bernal presentó un documental que recoge las voces de médicos de familia rurales de toda Iberoamérica. La película incluye un emotivo segmento sobre el trabajo del Dr. Juan Carlos Perozo García en Venezuela.